20 diciembre, 2009

El Garbanzo, la carne del pobre


El Garbanzo es una leguminosa de la familia de las fabáceas, son originarios del suroeste de Turquía, de ahí pasaron a la cuenca Mediterránea y a Europa, luego a Africa, América y Australia. Se sabe, que se cultivan desde la prehistoria y que se consumían en el antiguo Egipto, Grecia y Roma. 

Es rico en proteínas, almidones y lípidos  sobre todo de ácido oleico y linoleico, además de gran cantidad de fibra y calorías. Por todo esto se le llama la carne del pobre. 


Los garbanzos pueden comerse cocidos, tostados, fritos e incluso en forma de harina.

Los garbanzos son expendidos en diferentes presentaciones: cocidos, en remojo, envasados y secos. Cuando se compran a granel (secos) deben estar enteros, sin olor y con un color uniforme. 

Los garbanzos se conservan mucho tiempo y una vez cocinados pueden ser congelados por muchos meses. Si se ponen a remojo, los granos deben estar en una cazo con agua fría y una pequeña cantidad de sal gruesa  por espacio entre doce y veinticuatro horas, dependiendo del tipo y el tamaño de grano.

En lo que respecta a la cocción, ésta debe ser uniforme y a tal fín, los garbanzos deben ser introducidos con el agua previamente templada y en caso de que se deba añadir agua también debe estar previamente templada. Previamente, los garbanzos deben ser dejados en remojo un número variable de horas en función de la calidad de los mismos.

El garbanzo es muy común en la cocina india y se emplea en numerosos platos, formando parte de las legumbres denominadas Dal y frecuentemente en la forma de harina. Es también parte fundamental del Hummus. 

En Asunción, un plato típico de Semana Santa es el bacalao con garbanzos.

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